Pienso, a menudo, en dibujos livianos.
Pequeños trozos de papel translúcido .
Pequeñas livianas sutilísimas líneas
de débil grafito en sutiles pequeños
trozos de papel.
Adoro la no-notoriedad de una obra.
Adoro imaginar tantos o pocos pequeños
trozos de papel dispersos. Quizá pocos.
Liviandad, ¿no? Eso dije. Pocos.
Adoro las pequeñas cosas mimadas.
Lo aprendí de los papelitos de Chillida,
él me los hizo enamorar.
Yo no soy rotunda, y me pierdo en
desvaídos grises y en la invisibilidad.
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