4.10.10

jeux de fille

No has sido hábil. Y yo no te entiendo. Si mi cuerpo aparece frente al tuyo, todo es entendimiento. Mis manos te entienden, mis piernas, mi sangre. Podemos entender nuestros cuerpos sin escrúpulos. Podemos traspasarnos. Podemos ser íntimos. Si tu cuerpo aparece frente al mio, tu no entiendes mi sangre. No te la sabes. Apenas entiendes mi postura y un poco de la piel de mis dedos. 

Si no estoy presente, no sé lo que sucede. Si no te visualizo, el tablero de juego se desvirtúa, las piezas se retuercen. Pero un juego no termina así. No has entendido nada.

Me toco el pelo, masajeo un cráneo expectante, mis manos esperan al siguiente movimiento. Un juego puede ser eterno, pero si se olvida la jugada pendiente, deja de serlo. Tus manos han olvidado lo que debían tocar, se han olvidado de escudriñar.
Has escondido el juego bajo la alfombra. Se han perdido mis fichas y te has guardado en la manga las que te di. No has entendido nada, aún con fichas en la manga.

Y yo sin jugar.  

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