Madre ríe con fuerza mientras rememora algo y padre
acompaña una sonrisa.El licor hizo apaciguar la pesadumbre
y alumbrar antiguas sensaciones y deseos de infinito instante.
Cocoon nos mira. Ellos me miran en silencio. Después.
Mireille Mathieu dicen, con amor en sus labios y cierto
deseo de reconfortación. Busco el olor de Cocoon,
su tacto, su respiración.
Huele a establo digo. Recapacito. Huele a como olía
cuando Rafaella dio a luz entre ovillos de lana.
Se que la molestaré, me gruñirá.Pero me fundo en su rostro.
Necesito su olor. Su calor. Me gruñe.
Comienza mi despedida. Suena Ahinoa Arteta.
Ultima adquisición de madre.
Disfrutan su voz, su rememorar.
Beso a Cocoon y me alejo.
Comienzo a desandar el
pasillo que previamente
había andado, con la certeza de
sentir su tranquilidad y con la
esperanza de encontrar refugio en ello.
Los quiero. Y dormiré acompañada de un buen aroma.